Un mano a mano

Ciclismo | Tour 2010. 9ª etapa

Un mano a mano

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Andy Schleck y Contador ya están solos para jugarse el Tour Luis León, segundo

El Tour es cosa de dos. Así lo dictó madame Madeleine, colosal montaña alpina, la misma que en 1973 vio pasar en plena escapada salvaje al Tarangu y a Ocaña, también en el Tour. Andy Schleck y Alberto Contador demostraron ayer que son los capos de la carrera, un secreto a voces que necesitaba una certificación sobre el terreno y no sólo sobre el papel. Ahí la tienen. El juez de paz es, por el momento, Samuel Sánchez. Duda el campeón olímpico sobre qué tipo de ciclista es ahora. Antes era un rematador. Hoy tiene más fondo. Es tercero en la general. París, más cerca.

En La Madeleine, Astaná partió el grupo de favoritos al ver que Cadel Evans, de amarillo ayer, flojeaba. Estaba herido (fisura en un codo) y los Alpes no perdonan. Fue entonces cuando Dani Navarro, lugarteniente y amigo de Contador, empezó a nadar sobre la bici. Su sprint al siete por ciento de desnivel le dejó a solas con Alberto y Andy, ocho kilómetros por delante de ascensión y un rosario de damnificados que no volverán. Español y luxemburgués colaboraron después de un momento de vacile. Decidieron que era mejor viajar hasta los Campos Elíseos con sólo una preocupación: el otro. Contador tiene 41 segundos de desventaja sobre Schleck. Se consideran remontables en la crono del penúltimo día. Andy dice que le vale con esto. ¿Quién miente?

Mientras ellos jugaban a marcar diferencias y a amargar a Samuel, que les oteaba en el horizonte sin poder alcanzarles y acabó acalambrado, por delante se jugaban la etapa. Luis León Sánchez había sobrevivido junto a Charteau, Cunego y Casar a la escapada del día. El murciano, que llevaba en la escapada inicial a dos compañeros de equipo (Gutiérrez y Moreau), había sido líder virtual durante muchos kilómetros de la etapa. "¡Qué honor!", debieron pensar en los coches del Caisse d'Epargne. Cuando ya el murciano quedó solo en el grupo de cuatro fue ordenado a tirar a fondo en La Madeleine para luchar por un puesto en la general. Se vació en ese intento imposible teniendo en cuenta el tren que llevaban Contador y Schleck, que venían por detrás. En el Caisse d'Epargne habían cometido otro error táctico, como otras veces en el Tour.

Ya en el descenso, con quince kilómetros de llano por delante, a Luis León le cambiaron el guión. Perdida la general, le invitaron desde el coche a luchar por la etapa. Ya no le quedaron fuerzas y perdió ante Casar. Lo que en otra ocasión (ganó etapas similares en el Tour tanto en 2008 como en 2009) hubiera sido un triunfo español se convirtió en un segundo puesto. Se había quedado sin punch tras tanta orden y todo un día escapado para nada. Se marchó al hotel con un rebote que puede traer consecuencias para un futuro que parece lejos de la formación de Eusebio Unzué.

Justicia para Casar.

El francés Sandy Casar hizo fiesta de un martes y 13. España se queda con tres segundas plazas consecutivas en este Tour (Valls, en Rousses; Samuel, en Avoriaz, y la de Luis León). El Tour le hace justicia a Casar. El año pasado fue segundo en Bourg-Saint-Maurice tras Mikel Astarloza, que levantó los brazos, pero que dio positivo por EPO días después. Casar no subió al podio esa tarde. Ayer sí.