Dos años después de su positivo por transfusión sanguínea en el Tour de 2007, Alexandre Vinokourov, hombre frío y poco expresivo, compareció en rueda de prensa como si no hubiera ocurrido nada. Y así quiso darlo a entender en vísperas de su participación en la Vuelta. "Tuve un problema con el dopaje, he pagado dos años sin correr y quiero pasar página. Viví momentos muy duros, pero nunca pensé en abandonar. Todavía puedo hacer cosas bonitas. Para mí es una alegría y un orgullo volver a competir en la Vuelta", dijo el kazajo, quien cumplirá 36 años el 16 de septiembre, y que fue el ganador de la Vuelta de 2006.

De momento, Vinokourov se borra de la lucha por el triunfo final: "Tras dos años sin competir es una incógnita conocer mi rendimiento. Mi intención es llegar a Madrid y completar mi preparación para el Mundial, donde tengo ambiciones para las pruebas de fondo y contrarreloj". Sin embargo, sus objetivos en la Vuelta tampoco son modestos: "Me valdría con ganar dos o tres etapas".

Planes de futuro.

Vino echó tierra sobre los problemas que tuvo para ser aceptado en el Astaná. "Johan Bruyneel y yo somos profesionales, así que costó encontrar una solución". Y dejó muy claro que quiere a Contador en el nuevo proyecto del Astaná para 2010: "El objetivo número uno es que Contador se quede con nosotros. Es muy importante para el equipo. Ya se lo expliqué personalmente a Alberto en París. Astaná quiere hacer un equipo a su alrededor, en el que él sea el líder y yo le ayudaré sin condiciones, incluso en el Tour".