Roselyne Bachelot, la Ministra del Deporte y la Salud francesa, se pasó por el Tour de Francia para avivar una llama que apenas se había empezado a encender. Bachelot, que se mantiene "firme en convertir en proscritos a los que usan el dopaje en el deporte profesional y aficionado", criticó la actitud de la UCI, que, según se ha podido confirmar, dejó 50 minutos de margen a los corredores del Astaná en un control sorpresa realizado la pasada semana, aun sabiendo que deben estar vigilados en todo momento desde la llegada de los encargados de hacer el control. "No podemos cometer más errores de este tipo porque desvirtúan la lucha contra el dopaje", dijo.

Hay una pugna abierta entre la UCI y la Agencia Francesa de la Lucha contra el Dopaje. El presidente de la AFLD, Pierre Bordry, denunció que la UCI estaba siendo "condescendiente" con Lance Armstrong. Bachelot puso énfasis en que "al ser unos de los mejores corredores también debe ser el más vigilado". El americano ha pasado casi diez controles desde que empezó el Tour.