Etapa clónica y victoria belga

TOUR 2001

Etapa clónica y victoria belga

Etapa clónica y victoria belga

EFE

En Europa cuentan chistes de belgas como si fueran de Lepe. Se dice que la mayor aportación del ministro belga de transportes fue el rótulo Fin de rotonda, lo que demuestra bien a las claras el sentido del humor (del horror) que manejan en la UE y por qué nos quedamos sin sangría en verano.

Ayer venció un belga, de apellido Baguet y uno, estremecido, se imagina a los franceses partidos de risa porque una barra de pan (baguette) ganó la etapa.

Cela diría que la tarde de ayer fue de pijama, padrenuestro y orinal, dado su efecto sedante y soporífero. Cobra cuerpo la teoría de que la caída del pasado miércoles se produjo por la cabezada de uno de los integrantes del pelotón, mecido por preciado sol (son belgas, qué le vamos a hacer) y el ronroneo de las cadenas. No está confirmado.

Supongo que Leblanc todavía estará llorando de risa con lo de baguette, pero debería pensar (aún a riesgo de que se nos quede dormido) en lo que le sucede al Tour. Porque ayer la etapa volvió a ser un calco de las anteriores. Escapada y modorra.

Sólo David Etxebarria (siempre él) y Sastre pusieron pimienta y pimiento entre tanto gamba con gabardina. Pero ya no quedan fuerzas para armar mucho jaleo. Ni siquiera el pelotón pudo con los escapados, pese a poner cara de velocidad.

Puede que en Lepe entierren los vídeos para grabar Raíces, pero tienen claro que las rotondas no tienen fin y que con el pan no se juega, amigo Baguet.