No es ningún secreto hablar sobre el exageradamente elevado carácter competitivo de Michael Jordan. Sin embargo, más de una década después, se siguen revelando anécdotas sobre la carrera de Air que vuelven a reflejar que al '23' no le gustaba perder ni a las chapas. En una entrevista publicada este misma semana  en Grantland, Keith Gibbs (un exjugador reconvertido a actor que ha aparecido en la mayoría de las películas que tiene como protagonista al mundo de la canasta) reconocía que el mítico exjugador de los Bulls también realizaba su famoso trash-talking (el arte de minar la moral del contrario al machacarle con continuos susurros en la oreja durante el desarrollo de los partidos) sobre los extras durante el rodaje de Space Jam. El propio Gibbs fue uno de los secundarios en aquella mítica película y recuerda: "No paraba de hablar. Le importaba una mierda quién fueras. Un día, en un cambio me quedé defendiendo a Jordan. Y con la lengua fuera me metió en la cara un triple desde más de diez metros. 'Sal de la jodida cancha' me dijo". Michael Jordan, genio y figura.